jueves, 21 de febrero de 2008

Viajar a Botsuana

Botsuana es la protagonista de una de las historias más prósperas de África. Este país, que durante mucho tiempo fue un protectorado británico desatendido, alcanzó su independencia en 1966, e inmediatamente después, descubrió tres de las minas de diamantes más ricas del planeta. En la actualidad disfruta de un gobierno relativamente ilustrado, y sus estándares sanitarios, educativos y económicos pueden compararse en el continente con los de Suráfrica.

Más allá del angosto corredor oriental, en el que se concentra la mayor parte de la población, Botsuana es una tierra salvaje y escasamente comunicada por carretera, constituida por sabanas, desiertos, zonas pantanosas y salinas. Para garantizar la preservación del patrimonio natural de la nación, el gobierno ha adoptado una política destinada a alentar únicamente el turismo de elite y de bajo impacto. Se trata de un destino para viajeros intrépidos y adinerados.

Botsuana es la protagonista de una de las historias más prósperas de África. Este país, que durante mucho tiempo fue un protectorado británico desatendido, alcanzó su independencia en 1966, e inmediatamente después, descubrió tres de las minas de diamantes más ricas del planeta. En la actualidad disfruta de un gobierno relativamente ilustrado, y sus estándares sanitarios, educativos y económicos pueden compararse en el continente con los de Suráfrica.

Más allá del angosto corredor oriental, en el que se concentra la mayor parte de la población, Botsuana es una tierra salvaje y escasamente comunicada por carretera, constituida por sabanas, desiertos, zonas pantanosas y salinas. Para garantizar la preservación del patrimonio natural de la nación, el gobierno ha adoptado una política destinada a alentar únicamente el turismo de elite y de bajo impacto. Se trata de un destino para viajeros intrépidos y adinerados.
Nombre oficial: República de Botsuana
Superficie: 600.370 km²
Población: 1.6 millones hab.
Capital: Gaborone (138.000 hab.) Nacionalidades y etnias: 95% botsuana, 4% kalanga, basarwa y kgalagadi, 1% blancos
Idioma: inglés (oficial) y tsuana Religión: 50% creencias indígenas, 50% cristianismo
Régimen político: república parlamentaria Presidente: Festus Gontebanye Mogae

PIB: 5.25 billones de dólares
PIB per cápita: 3,300 dólares
Crecimiento anual: 6%
Inflación: 9%


Visados: los ciudadanos de la Unión Europea, Estados Unidos y Uruguay no precisan este documento para visitas de hasta 90 días.
Condiciones sanitarias: es recomendable vacunarse contra el tétanos y la fiebre amarilla. En las zonas pantanosas (delta del Okavango) se aconseja tomar la profilaxis antimalaria.
Hora local: GMT+2 Electricidad: 220 V, 50 Hz
Pesos y medidas: sistema métrico
El invierno (de mayo a agosto) es una buena época para visitar Botsuana, pues los días suelen ser apacibles y los animales salvajes nunca se alejan de las fuentes de agua. En cualquier caso, debe considerarse que también coincide con las vacaciones escolares en Europa, Norteamérica y Suráfrica, por lo que puede acoger muchos visitantes. En general, junio, principios de julio y septiembre son los meses menos concurridos. Esta temporada resulta poco propicia para recorrer las vías secundarias, disfrutar de la contemplación de la vida salvaje o explorar el Okavango, ya que las lluvias persistentes pueden inutilizar las carreteras arenosas y los animales se dispersan cuando se encuentran con agua abundante.

Gaborone
Resulta prácticamente inevitable pasar por la capital para dirigirse a los enclaves de mayor interés del país. En esta ciudad, las distancias son largas; el tráfico, intenso; apenas existen aceras, y la población se aglomera en suburbios y edificios de pisos. Tampoco posee un barrio financiero, y lo más relevante se concentra en los paseos de las afueras. Al viajero que le guste Los Ángeles disfrutará de Gaborone, aunque ésta carece del hechizo de la metrópoli estadounidense.

Entre sus principales atractivos figura el Museo Nacional y Galería de Arte, que ofrece una colección de artilugios históricos y animales disecados. Las exposiciones sobre la cultura san presentan una visión completa de los habitantes del desierto; otras instalaciones etnográficas ofrecen panorámicas de diversas comunidades culturales de Botsuana. La pequeña galería nacional conjuga en su fondo obras tradicionales y contemporáneas de África y Europa, que incluyen algunas piezas san.

La Reserva Animal de Gaborone puede considerarse como un safari turístico. Este parque, a 1 km de la capital, posee algunos antílopes junto a un rinoceronte blanco enjaulados. El viajero que prefiera explorar los territorios con mayor libertad, puede contratar un safari a caballo por el área boscosa que se extiende al noroeste de la urbe. Gaborone dispone de escasos alojamientos y opciones para los viajeros de bajo presupuesto. La capital se encuentra cercana a la frontera sureste de Botsuana con Suráfrica.

El delta del Okavango
El Okavango, denominado el río que nunca encuentra el mar, desaparece en un laberinto de lagunas, canales e islas de 15.000 km² en el noroeste de Botsuana. Es el delta interior más amplio del planeta, y en él convive una intensa vida salvaje. Destaca la presencia de numerosas aves, elefantes, cebras, búfalos, ñus, jirafas, hipopótamos y kudus, una especie de antílope. En el centro del delta se halla la Reserva Animal de Moremi, que se extiende sobre unos 3.000 km², acordonada para preservar a sus residentes. Fuera de este espacio protegido escasea la fauna, pero también los turistas, y se mantiene la belleza del paisaje.

A unos 60 km al sureste de Moremi se ubica Maun, el centro administrativo del delta y su principal pista de aterrizaje. La zona oriental resulta la más económica. La mayoría de guías y navegantes son autónomos y carecen de licencia.

Si se desea permanecer próximo a la vida salvaje, existen varios cámpings en Moremi. Acampar en otros lugares puede suponer un gran peligro. Igualmente, en otras zonas del delta y en Maun se localizan infinidad de cámpings y otros alojamientos; desde ellos se ha habilitado un servicio de transporte hacia Okavango. También se puede desplazar en avión o autobús desde Gaborone -a unos 600 km al sureste de Maun- e incorporarse a un safari. La mejor forma de descubrir el delta es en mokoro (piragua), conducido por guías experimentados con la ayuda de pértigas. La época más agradable para visitar la zona se extiende de julio a septiembre, cuando los niveles de agua son altos y el tiempo, más seco.

Parque Nacional Chobe
Los 11.000 km² de superficie de Chobe albergan la mayor variedad de formas de vida salvaje de Botsuana. Kasane, en la punta norte del parque, supone su puerta de entrada y centro administrativo. La población en sí misma no ofrece muchas curiosidades, pero representa un buen campamento base para efectuar visitas rápidas, además de ser el lugar de llegada si se vuela hasta Chobe.

Para los turistas con escaso tiempo, resulta imprescindible un paseo en barco o en coche por la orilla del río, donde se congrega la mayoría de animales del parque. El principal atractivo lo constituyen los 73.000 elefantes agrupados en manadas de más de quinientos ejemplares y contemplar las consecuencias de su paso por la zona: parece como si la hubieran bombardeado. También significa una excelente oportunidad para contemplar leones, guepardos, hipopótamos, búfalos, jirafas, antílopes, chacales, jabalíes verrugosos, hienas, cocodrilos, nutrias, cebras y numerosas especies de aves.

La depresión de Mababe -un vestigio de un amplio lago que antaño cubría el norte de Botsuana- acoge otro de los grandes atractivos del parque, los cenagales de Savuti. Su paisaje llano y abrupto acoge una extensa fauna, en particular elefantes. Los leones, licaones y hienas merodean alrededor de inmensas manadas de impalas, ñus, búfalos y cebras, así como de una cantidad inimaginable de antílopes. Ngwezumba no posee las hordas de animales que habitan en el margen de Savuti, pero las cuencas de arcilla y los bosques de mopane de la zona acogen a búfalos, elefantes y algunas especies de antílopes, como el raro oribi.

Kasane, el punto más septentrional del país, se halla a unos 800 km al norte de la capital. Se puede volar hasta allí desde Maun, Gaborone o las cataratas Victoria, y parten autobuses de Nata, a unos 250 km al Sur. Una vez allí, el viajero necesitará un vehículo todoterreno para efectuar excursiones por la zona. Existen cámpings y otros alojamientos en muchas áreas del parque.

Serowe
Sita a unos 250 km de Gaborone, en la parte oriental de Botsuana, la caótica Serowe, con cerca de noventa mil habitantes, es la segunda ciudad más poblada del país. Capital del pueblo ngwato desde que el rey Khama se estableció en ella en 1902, acoge la sede de las Brigadas Botsuana, un movimiento que desde 1965 ha introducido la educación, de forma vocacional, a la mayoría de las zonas remotas de la nación.

El Museo Memorial Khama III narra la historia de la estirpe, líderes del pueblo ngwato. Leapeetswe Khama donó su vivienda, la casa roja, como sede del museo. Entre las muestras destacan los efectos personales del rey y sus descendientes, así como objetos manufacturados que ilustran la historia de Serowe. También cuenta con una exposición de historia natural, que incluye una amplia colección de insectos africanos, y un muestrario de las serpientes de la región.

En el cementerio real, ubicado en una colina en el centro de la población, se puede contemplar la tumba de Khama III y su familia junto a las ruinas de un asentamiento del siglo XI. A unos 20 km al Noroeste se halla el santuario de rinocerontes Khama, poblado por 7 de los 16 rinocerontes de Botsuana. En la urbe se pueden encontrar algunos hoteles decentes. Para llegar en transporte público, hay que dirigirse primero a Palapye (mediante autobus y tren desde Gaborone), y luego desplazarse en uno de los vehículos locales que conducen a Serowe.

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