miércoles, 20 de febrero de 2008

Viajar a Cuba

Buenos Aires
Para el reconocido escritor bonaerense Jorge Luis Borges, su ciudad era tan eterna como el agua y como el aire. Para muchos argentinos, su capital es sinónimo del país mismo, hasta tal punto que el 40 por ciento de la población vive en el extrarradio, en constante expansión, de la inmensa metrópoli. Buenos Aires está situado en la rivera del río de la Plata, en el distrito de la Capital Federal y no, como pudiera pensarse, en la provincia de Buenos Aires. Es un reflejo del urbanismo europeo y su centro, compacto y uniforme, se asemeja a París; sus avenidas bordeadas de árboles y sus abundantes plazas evocan una elegancia desvaída y seductora. La ciudad está atestada de banqueros y lujosos escaparates mezclados con mendigos y desempleados de los suburbios que rodean la ciudad. En el núcleo urbano, la plaza de Mayo es el principal foco de actividad; la avenida 9 de Julio, cerca de allí, es conocida como la más ancha del mundo, una auténtica pesadilla para el viandante, mientras que la avenida Santa Fe es el lugar perfecto para ir de compras.

Entre los atractivos de Buenos Aires destacan la Catedral Metropolitana, donde se halla el mausoleo de José de San Martín, héroe nacional de la lucha por la independencia de Argentina; el Teatro Colón, uno de los templos operísticos, de ballet y música clásica más prestigiosos del mundo; toda una serie de interesantes museos, entre los que sobresalen el Nacional de Bellas Artes, el Museo del Cine y el Histórico Nacional, que presenta un panorama de la evolución del país; el colorista barrio italiano de La Boca, con sus viviendas de madera de llamativos colores a lo largo del canal del Riachuelo; y el Cementerio de la Recoleta.

Independientemente de si uno se hospeda en hoteles modestos o lujosos, es posible alojarse en el corazón de la urbe. El barrio del Congreso es un buen lugar donde dormir a precios razonables, mientras que los hoteles de coste medio se concentran en la avenida de Mayo. En los barrios de La Boca y de San Telmo se puede comer por cantidades realmente módicas. En el centro, Lavalle y la avenida Corrientes son los lugares idóneos para consumir pizza, tomar café con los intelectuales locales o disfrutar de uno de los populares platos de carne.

Mar del Plata
Para los habitantes del Gran Buenos Aires, el verano es sinónimo de playa; Mar del Plata suele ser el destino favorito de los bonaerenses. Situado en la costa del Atlántico norte, a 400 km de la capital, las playas se extienden a lo largo de 8 km, así como las elegantes mansiones que reflejan los orígenes aristocráticos de la zona y se intercalan con las propiedades de la nueva clase media. Los leones marinos observan con atención las actividades pesqueras de los muelles, y la réplica de la gruta de Lourdes (Francia) es un curioso espacio a descubrir.

Córdoba
La segunda ciudad de Argentina, Córdoba, ha competido durante mucho tiempo con Buenos Aires por la supremacía política, económica y cultural; de hecho, mientras la capital languidecía por negligencia, Córdoba se convertía en la joya arquitectónica del país. Actualmente, en el denso centro de la metrópoli se concentra una valiosa colección de edificios coloniales, como el antiguo mercado, la Catedral y la Iglesia de la Compañía de los jesuitas. El museo provincial Marqués de Sobremonte es uno de los museos históricos más importantes del país.

La Pampa
La extensa llanura de la Pampa constituye el núcleo agrícola más importante de Argentina y el origen del símbolo del nacionalismo romántico: el gaucho. Este territorio comprende las provincias de Buenos Aires, La Pampa y gran parte de Santa Fe y Córdoba; entre sus variados alrededores se alzan colinas boscosas, extensas praderas y lagos de agua salada llenos de flamencos. El Parque Nacional Lihué Calel es un paraje popular; su fauna incluye algunos pumas y muchos guanacos, ñandúes, liebres nativas y una variante de la chinchilla salvaje, llamada vizcacha. Merece la pena visitar las ciudades de La Plata, Luján (cuya basílica dedicada a la Virgen de Luján recibe cuatro millones de peregrinos al año), Rosario y Santa Fe, reconocidas por sus numerosos museos, iglesias y decadentes edificios coloniales.

Cataratas de Iguazú
Situadas en el Parque Nacional del Iguazú, cerca de Puerto Iguazú, estas espectaculares cataratas se hallan justo al este de la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná. Al menos cinco mil metros cúbicos de agua caen en picado desde 70 m de altura hacia el abismo. Al turista pueden resultarle familiares, ya que fueron escenario de la película La Misión. Esta zona posee ruinas históricas de las misiones jesuitas, que constituyen otro atractivo para muchos viajeros; las más conocidas son las de San Ignacio Miní, construcción de un estilo conocido como el barroco guaraní. Por encima de las cataratas se puede pasear en canoa o kayac y practicar otros deportes de agua. El parque que rodea las cataratas está formado por 55.000 hectáreas de selva subtropical de prístino, con una flora y una fauna muy abundantes y variadas.

Todas las épocas son buenas para visitar Cuba. La estación cálida y lluviosa se extiende de mayo a octubre; pero es el invierno (de diciembre a abril) la temporada alta para el turismo en Cuba, cuando llegan los aviones repletos de canadienses y europeos en busca del sol tropical. Los cubanos suelen efectuar sus vacaciones en julio y agosto, por lo que las playas están mucho más concurridas en estas fechas. En Navidad y Semana Santa, así como en los días próximos al 26 de julio, fecha del aniversario de la revolución, también suelen ser muy frecuentadas.

La Habana
Es la mayor ciudad del Caribe, así como el centro de todo lo que representa Cuba. A pesar de su turbulenta historia, La Habana quedó muy poco dañada por las guerras civiles y las revoluciones, y actualmente sigue mostrándose en gran parte tal y como se construyó hace más de cien años. La ciudad presenta una atmósfera algo decadente; siguen circulando por las calles los enormes automóviles americanos de los años cincuenta y sesenta, mientras que las capas de pintura y los revoques de los edificios se desconchan sin cesar. La Habana cuenta con numerosos ejemplos de arquitectura colonial española, muchos de los cuales se están restaurando. Posee, además, una vida nocturna muy animada, con cines, teatros históricos, cabarés, clubes nocturnos y locales musicales que pueden llegar a agotar hasta al trasnochador más curtido. Hay menos circulación y menos vida comercial que en cualquier otra urbe latinoamericana con sus mismas dimensiones. Pero desde el brillo áspero de La Habana Vieja a las deterioradas zonas residenciales la exuberante afabilidad de los habitantes resplandece por encima de todo.

Santiago de Cuba
Ciudad rival de La Habana en todo lo relativo a literatura, música y política, Santiago de Cuba se considera la "cuna de la revolución", a causa del papel fundamental que desempeñó en el momento de derrocar al régimen de Batista. A diferencia de otras poblaciones cubanas, posee un notable aroma caribeño, debido a la influencia de los colonos franceses y de los haitianos que se establecieron en ella durante el siglo XIX. Su carácter distintivo se debe al aislamiento respecto de La Habana, y su propia historia es tan animada como la de la capital (el primer alcalde fue Hernán Cortés, el conquistador de México).

Alberga los palacios y museos más antiguos de Cuba, como la Casa de Diego Velázquez y el Museo Municipal Bacardí. En la bahía de Santiago de Cuba muchas casas presentan balcones con hermosas barandillas de hierro forjado, ventanas de caprichosas formas y angostas escaleras exteriores. El Cementerio de Santa Ifigenia es el lugar de reposo eterno de muchos revolucionarios famosos, entre los cuales destaca José Martí.

Trinidad
Fundada en 1514, Trinidad fue un refugio apartado para contrabandistas hasta finales del siglo XVIII. Éstos trajeron consigo esclavos y oro desde Jamaica, colonia controlada por la corona británica; pero la situación cambió a principios del siglo XIX, cuando una revuelta de esclavos en Haití provocó que los colonos franceses se refugiaran en Trinidad. La ciudad prosperó hasta la crisis mundial de 1857 y poco a poco el centro de la industria y el comercio del azúcar se trasladó hacia Occidente. El legado de esta efímera riqueza producida por el azúcar puede observarse en las torres de las iglesias barrocas, en los suelos de mármol de Carrara, en las rejas de hierro forjado y en las mansiones desvencijadas. Merece una visita el Museo Histórico Municipal, el más importante de la ciudad, y el Taller Alfarero, en el que se sigue trabajando la cerámica según técnicas tradicionales. Algunas de las playas más hermosas de Cuba se encuentran justamente en las inmediaciones de Trinidad.

Baracoa
Baracoa se encuentra ubicada en un promontorio entre dos pintorescas bahías, cerca del punto más oriental de Cuba, el cabo Maisí. Fundada en 1512 por Diego Velázquez de Cuéllar, se trata del asentamiento europeo más antiguo de la isla. Hasta la década de 1960 sólo se podía acceder a la población por mar, hasta que finalmente terminó la construcción de una carretera que la conectaba con el resto de la isla. En Baracoa el ambiente es bastante apacible, y la abundancia de palmeras a lo largo de la costa le otorga un aire cercano al Pacífico Sur. Antaño fue una importante avanzadilla española, hecho que evidencian tres fuertes imponentes: el Fuerte Matachín, que actualmente alberga el museo municipal, el Fuerte de la Punta, reconvertido en restaurante, y el Castillo de Seboruco, transformado en un agradable hotel.

Provincia de Pinar del Río
Los naturalistas disfrutarán de la parte más occidental del país. Dos reservas de la biosfera de la Unesco protegen algunos de los paisajes más encantadores de la isla, que incluyen zonas de la Cordillera de Guaniguanico, de 175 km de longitud, un paraíso para los excursionistas. El lecho de piedra caliza de la provincia aparece recortado en bellísimas colinas, como las de Viñales ; en toda la región existen grutas labradas por ríos subterráneos, en algunos de los cuales se puede practicar submarinismo. Si se opta por sumergirse en aguas saladas, María la Gorda posee algunos de los escenarios submarinos más espléndidos del Caribe.

Después de unos días de ejercicio, pueden aliviar los músculos doloridos en San Diego de los Baños, un centenario balneario español con aguas termales naturales. Tras un relajante remojón, se puede degustar lo que constituye el orgullo de la provincia: el tabaco más refinado de Cuba cultivado justamente en Pinar del Río, con mucho amor y cuidado.

0 comentarios:

Design konnio.com