miércoles, 20 de febrero de 2008

Viajar a Perú

Los restos de grandes civilizaciones convierten a Perú en un país fascinante. El visitante puede pasear por ciudades coloniales que todavía conservan el legado de los españoles, visitar la antigua capital inca, Cuzco, o explorar la ciudad perdida de Machu Picchu y reflexionar sobre los enigmáticos dibujos de Nazca. Pero no hace falta una larga estancia en Perú para percatarse de que el Nuevo Mundo poseía una compleja vida cultural milenios antes de que Pizarro pisara tierra inca.

El país cuenta con paisajes espectaculares y variados. Se dice que los Andes peruanos son los más bellos del continente, y en sus montañas habitan millones de indígenas que todavía hablan quechua y conservan su ancestral modo de vida. La cuenca amazónica ocupa la mitad de Perú y es uno de los diez puntos del mundo donde hay mayor biodiversidad. Se trata de un área de selva tropical muy rica en especies. Aunque los viajeros no suelen apreciar demasiado los desiertos litorales, con sus enormes y ondulantes dunas, oasis de labranza y pueblos pescadores, éstos ofrecen una oportunidad perfecta para escapar de las rutas tradicionales. Para disfrutar de Perú sólo se necesita un espíritu curioso, interés por los paisajes y por la historia.

La temporada de mayor afluencia turística engloba los meses de junio a agosto, coincidiendo con la estación seca en el altiplano, la mejor época para realizar excursiones. Durante los meses más húmedos (de enero a abril), el senderismo puede convertirse en una tarea engorrosa a causa del lodo. El grueso de las fiestas se celebran en la estación húmeda y las fuertes lluvias no consiguen deslucirlas en lo más mínimo.

Los peruanos acuden a la playa durante los meses más soleados, de finales de diciembre a marzo, pese a no haber muchas realmente atractivas. El resto del año, la costa presenta un manto de neblina. En las selvas orientales, las precipitaciones son copiosas. Los meses más húmedos son los que se extienden de diciembre a abril, aunque raras veces la lluvia se prolonga más de unas horas y, por lo tanto, aún es posible disfrutar del sol.

Lima
Lima, la capital, es una ciudad ruidosa de clima desapacible. Sus habitantes son amables y hospitalarios. La urbe dispone de una extensa oferta de restaurantes y vida nocturna, además de una amplia selección de museos. Actualmente se restaura el centro colonial, que disparará el atractivo turístico de Lima.

Para adentrarse en el conocimiento de su historia hay que visitar el Museo de Oro del Perú, que exhibe numerosos objetos de oro, plata y piedras preciosas, y el Museo Nacional de Antropología y Arqueología, notable por sus piezas prehistóricas. Tras el clamor callejero se agradece el respiro que ofrecen iglesias como la de San Francisco (famosa por sus catacumbas) y la de Santo Domingo (del siglo XVI). En los numerosos mercados, incluido el de Polvos Azules, abundan los artículos de consumo y la artesanía. Lima cuenta también con plazas, edificios coloniales y un zoológico.

En el centro es sencillo encontrar alojamiento barato. El barrio de Barranco acoge un buen número de restaurantes económicos y veladas de música en vivo, y es muy popular entre los mochileros. El de Miraflores dispone de los mejores restaurantes, tiendas y clubes nocturnos de la ciudad.

Costa sur
La autopista Panamericana no se aparta de la costa y cruza diversas zonas de interés situadas al sur de Lima. Destaca Pisco, un puerto pesquero (conocido por su aguardiente de uva blanca) desde donde los turistas se desplazan para observar la vida salvaje de las cercanas islas Ballestas y de la península de Paracas. Es una área de gran interés arqueológico, donde destacan las necrópolis de la cultura paracas. Al Sur se encuentra la ciudad de Nazca, conocida por su elaborada cerámica y por sus dibujos geométricos gigantes ejecutados en la tierra, que en su mayoría representan animales y pájaros. Datados entre los años 900 a.C. y 600 d.C., los diseños sólo son visibles desde el aire, pero por 50 dólares hay numerosas oportunidades de sobrevolar la zona.

Arequipa y el lago Titicaca
Conocida como la ciudad blanca, Arequipa se halla rodeada por unas espectaculares montañas, entre las que destaca el volcán El Misti. La urbe posee bellos edificios construidos con una roca volcánica de tonalidad clara. El convento de Santa Catalina, el monumento religioso más fascinante del país, estaba habitado por casi 450 monjas. Muchas de las casas coloniales de la ciudad, como la casa Ricketts, son ahora galerías de arte o museos. El alojamiento y la comida son baratos y los establecimientos, acogedores. Desde Arequipa la excursión ineludible es al cañón de Colca, uno de los más profundos del planeta.

El Titicaca, a 3.820 m de altitud, es el lago navegable ubicado a mayor altura en todo el mundo. Con más de 170 km de longitud, también es el más grande de América del Sur. Debido a la altura, el cielo se muestra claro y sus aguas celestes ofrecen un aspecto impresionante. Desde Puno, el principal puerto del lago, son factibles excursiones en barco. La zona igualmente es famosa por sus danzas folclóricas y sus rebaños de alpacas y llamas.

Cuzco
Cuzco es la capital arqueológica de América y la ciudad más antigua del continente habitada sin interrupciones hasta la actualidad. Se ha convertido en un enlace fundamental en la red turística suramericana. Su legado como eje del imperio inca se distingue a simple vista: la mayoría de las calles tienen muros de piedra labrados por los incas y por ellas pasean nativos de ascendencia inca que se expresan en quechua. Cuenta con magníficos ejemplos de arte colonial, como la catedral (iniciada en 1559) y la iglesia de la Merced. Destacan asimismo las ruinas de Coricancha, al este del centro urbano, en origen recubiertas de oro, aunque en la actualidad sólo queda la piedra labrada. Es digno de mención el Museo de Arqueología, que alberga piezas de metal y oro, joyería, cerámica, tejidos y momias. En las cercanías se encuentran las ruinas de Sacsayhuamán, Qenko, Puca Pucara y Tambo Machay.

Al oeste de Cuzco se sitúa el Machu Picchu, el yacimiento arqueológico más espectacular del continente. Pese al turismo masivo (sobre todo durante la estación seca, de junio a septiembre), la ciudad perdida de los incas mantiene su aire de grandeza y misterio.

Iquitos
Iquitos (400.000 habitantes) es la mayor urbe emplazada en la cuenca amazónica sin enlaces por carretera. Su única conexión con el mundo exterior es vía aérea o fluvial. Fundada en 1750 por los jesuitas, prosperó gracias al petróleo y al caucho, aunque hoy día concentra su economía en el turismo. Uno de los atractivos de Iquitos es que constituye una puerta de entrada civilizada a la Amazonia.

Alrededores de Huaraz
El principal centro de alpinismo, senderismo y excursionismo del país es Huaraz. La ciudad ha sido arrasada en numerosas ocasiones por los terremotos. De ahí que no resulte atrayente. Sin embargo, las montañas que la rodean son de una belleza excepcional y muchos llegan a Perú específicamente para visitar la zona.

Los Andes que cercan Huaraz tienen las cumbres permanentemente cubiertas de nieve. Muchas montañas llegan hasta los 6.000 m de altitud. La temporada de alpinismo y excursionismo se prolonga de mayo a septiembre. También existen lagos glaciares, manantiales de agua caliente y yacimientos arqueológicos preincaicos e incas, entre los que destaca Chavín de Huántar. El Parque Nacional Huascarán, fundado en 1975, protege una extensa parte de la cordillera Blanca. Huaraz es un excelente campamento base, con infinidad de hoteles y guías.

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