miércoles, 20 de febrero de 2008

Viajar a Colombia

Si uno creyera todo lo que lee en los periódicos, tendría la extraña idea de que Colombia o "Locombia", como la llama la prensa, no es un lugar ideal al que viajar. Pero no hay que desanimarse en exceso; aunque la violencia, los cárteles de la cocaína y la insurrección de la guerrilla, que acaparan los titulares, son una realidad innegable, no tienen por qué afectar necesariamente a la seguridad personal de los viajeros que visitan el país.

La Colombia de la que no hablan los periódicos es un país sorprendentemente relajado, habitado por gente sumamente interesante y animosa que lleva una vida completamente normal. Puede que sus ciudades intimiden al viajero, pero el país cuenta con localidades maravillosas, playas caribeñas, cordilleras, valles andinos y con la selva amazónica. Envuelta en un halo de mitos y misterio, Colombia, cuando ofrece seguridad, tal vez sea el destino más infravalorado del continente.

Si uno creyera todo lo que lee en los periódicos, tendría la extraña idea de que Colombia o "Locombia", como la llama la prensa, no es un lugar ideal al que viajar. Pero no hay que desanimarse en exceso; aunque la violencia, los cárteles de la cocaína y la insurrección de la guerrilla, que acaparan los titulares, son una realidad innegable, no tienen por qué afectar necesariamente a la seguridad personal de los viajeros que visitan el país.

La Colombia de la que no hablan los periódicos es un país sorprendentemente relajado, habitado por gente sumamente interesante y animosa que lleva una vida completamente normal. Puede que sus ciudades intimiden al viajero, pero el país cuenta con localidades maravillosas, playas caribeñas, cordilleras, valles andinos y con la selva amazónica. Envuelta en un halo de mitos y misterio, Colombia, cuando ofrece seguridad, tal vez sea el destino más infravalorado del continente.
Nombre oficial: República de Colombia
Superficie: 1.141.748 km2
Población: 45.000.000 hab.
Capital: Bogotá (5 millones hab.)
Nacionalidades y etnias: 58% mestizos (descendientes de europeos e indígenas), 20% descendientes de europeos, 14% mulatos (descendientes de africanos y europeos), 4% de origen africano, 3% descendientes de africanos e indígenas y 1% indígenas
Idioma: español y más de 200 lenguas indígenas
Religión: 95% católicos, 5% religión judía y creencias episcopales
Régimen político democracia
Presidente: Álvaro Uribe Vélez

PIB: 809 billones de dólares
PIB per cápita: 1.820 dólares
Inflación: 16,7%
Principales recursos económicos: industria textil, café, aceite, drogas, caña de azúcar y productos de alimentación
Principales socios comerciales: Estados Unidos y la Unión Europea

Visados: Los visitantes procedentes de Australia y Nueva Zelanda no necesitan visado si permanecen menos de 30 días en el país en calidad de turistas. Los visitantes de la mayoría de los países europeos, de Japón y de Estados Unidos no necesitan visado si permanecen menos de 90 días en el país en calidad de turistas. Los viajeros de otras nacionalidades deben consultar con el consulado colombiano la situación de los visados antes de partir.
Condiciones sanitarias: vértigo, cólera, hepatitis (A, B y D), malaria, rabia, tétanos, fiebre amarilla y fiebres tifoideas
Hora local: GMT -5
Electricidad: 110V, 60Hz
Pesos y medidas: sistema métrico decimalLa época más agradable para visitar Colombia es durante la estación seca, pero nada impide al turista viajar al país durante el período de lluvias. La mayoría de los colombianos parten de vacaciones de finales de diciembre a mediados de enero, por lo que, en esa época, los transportes están más saturados y los hoteles suelen llenarse antes.

Bogotá
Bogotá, la capital del país, es la quintaesencia de todo lo que representa Colombia: una ciudad de arquitectura futurista, con una vida intelectual y cultural vibrante y diversa, con espléndidas iglesias coloniales y con deslumbrantes museos; pero también es la ciudad de niños abandonados propios de las obras de Dickens, indigentes, chabolas, traficantes de droga y embotellamientos. La sorprendente mezcla de riqueza y pobreza, de coches de lujo y mulas, la convierte en una de las metrópolis más caóticas, fascinantes e intrépidas del mundo.

Entre los monumentos que uno no debe perderse figuran el Museo del Oro, que alberga numerosos objetos precolombinos y tal vez sea el museo más importante de este tipo en el mundo; el Museo Nacional, con gran riqueza de obras de arte desde el período precolombino hasta el contemporáneo; la Iglesia de Santa Clara, cuyo interior atesora imágenes y retablos pintados al fresco; la Iglesia de San Ignacio, uno de los templos más bellamente decorados de todo el país; el barrio colonial de La Candelaria, el más antiguo de la ciudad; el Cerro de Monserrate, una montaña que domina la ciudad, célebre porque, al parecer, en ella se han producido muchos milagros; y el precioso Jardín Botánico José Celestino Mutis, que alberga gran variedad de especies nacionales.

Pasear por las calles de la Bogotá y observar su vertiginoso trajín, las avalanchas de busetas, las tiendas extravagantes y los puestos callejeros es tan fascinante como contemplar la serena atmósfera de sus iglesias y museos coloniales, por lo que hay dedicar bastante tiempo para visitarla. Recomendamos observar a los músicos ambulantes de la plaza de Santander, curiosear en el dominical mercado de las Pulgas y mirar, pero sin comprar, el mercado callejero de esmeraldas, en la esquina suroeste de la avenida Jiménez y la Carrera 7.

También existe una atractiva oferta artística y de espectáculos con teatro y música clásica, discotecas donde suenan sensuales ritmos cubanos en la marchosa Zona Rosa, alrededor de la Carrera 15, además de muchas oportunidades de asistir a partidos de fútbol y corridas de toros. La mayoría de los viajeros con escaso presupuesto suelen permanecer alrededor de La Candelaria, que ofrece alojamiento y comida a precios económicos.

Unos 50 km al noreste de Bogotá se encuentra la localidad colonial de Guatavita y su célebre laguna, centro ritual y lago sagrado de los indios música y cuna del mito de El Dorado.

Cartagena y la costa del caribe
Cartagena de Indias es legendaria por su historia y belleza. Ha sido inmortalizada en infinidad de lienzos, glorificada en cientos de libros, y cada uno de sus detalles ha sido fotografiado innumerables veces. Al ser la ciudad más fascinante de Colombia, bien se merece todos estos honores.

El casco antiguo amurallado de este puerto colonial español es una verdadera joya. Está repleto de iglesias, monasterios, plazas, palacios y mansiones nobles con miradores y patios umbríos. Uno disfruta con sólo pasear por la ciudad vieja, pero entre sus monumentos más destacados figuran el Palacio de la Inquisición, la mansión colonial Casa del Marqués de Valdehoyos y el precioso puerto viejo de Cartagena en la bahía de las Ánimas.

En el exterior de las murallas, Getsemaní, ciudad menos turística, también cuenta con bellos lugares, pero está peor conservada. En las cercanías se levantan varios fuertes españoles impresionantes; entre ellos, el Castillo de San Felipe de Barajas, del siglo XVII, sin duda la mayor y más poderosa fortaleza construida por los españoles en sus colonias. Las Islas del Rosario, 30 km al suroeste de Cartagena, cuentan con magníficos arrecifes de coral y abundante vida marina, lo que las convierte en un lugar popular para practicar el submarinismo y el buceo con snorkel. La península situada al sur de la ciudad vieja alberga los centros turísticos de alta categoría de Bocagrande y El Laguito. La mayoría de los viajeros con un presupuesto más ajustado se alojan en Getsemaní; en la ciudad vieja se puede encontrar alojamiento a precios moderados.

Otros puntos destacados de la costa caribeña colombiana son la ciudad de Mompós, que destaca por su arquitectura; las playas del Parque Nacional Tayrona; la Sierra Nevada de Santa Marta, la cordillera costera más elevada del mundo; los volcanes de barro de Arboletes; y, en las profundidades de la selva, la antigua ciudad de los indios tairona, La Ciudad Perdida, el mayor descubrimiento arqueológico realizado en América en el siglo XX.

Noroeste
El noroeste está formado por dos vastas regiones: el departamento del Chocó, una gran extensión de bosque tropical escasamente poblada y que incluye el precioso Parque Nacional Los Katiós, y los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío, una región montañosa, de mayoría blanca, donde está situada la dinámica ciudad industrial y comercial de Medellín. La localidad más antigua del noroeste es Santa Fe de Antioquia, unos 80 km al noroeste de Medellín, que todavía conserva buena parte de su arquitectura y ambiente coloniales.

Suroeste
Las dos atracciones principales del suroeste son los yacimientos arqueológicos de San Agustín y Tierradentro, y la ciudad colonial de Popayán. Tanto San Agustín como Tierradentro están repletos de estatuas antiguas, tumbas y túmulos funerarios, mientras que Popayán alberga numerosas iglesias, museos y calles con mansiones coloniales. Cali, la tercera mayor ciudad del país, destaca más por su ambiente relajado que por sus atracciones turísticas

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