jueves, 21 de febrero de 2008

Viajar a Seychelles

Si está buscando ese paraíso tropical que conserve toda su belleza natural, a miles de kilómetros de cualquier parte del mundo, las Seychelles no le decepcionarán. Además de playas bordeadas por hileras de palmeras y de unas espléndidas condiciones para el buceo y el submarinismo, las islas cuentan con numerosos bosques con abundante flora y fauna.

Pero el paraíso se paga caro: en las Seychelles, las posibilidades de alojamiento económico son escasas y practicar submarinismo con los peces le saldrá a un precio desorbitado.

i está buscando ese paraíso tropical que conserve toda su belleza natural, a miles de kilómetros de cualquier parte del mundo, las Seychelles no le decepcionarán. Además de playas bordeadas por hileras de palmeras y de unas espléndidas condiciones para el buceo y el submarinismo, las islas cuentan con numerosos bosques con abundante flora y fauna.

Pero el paraíso se paga caro: en las Seychelles, las posibilidades de alojamiento económico son escasas y practicar submarinismo con los peces le saldrá a un precio desorbitado.

Victoria
Victoria, en la isla de Mahé, constituye una de las capitales más pequeñas del mundo y el único puerto importante de las Seychelles. Igualmente, es la única ciudad de la isla, ya que el resto de poblaciones son pueblos. Los juzgados y la oficina principal de correos no han sufrido cambios desde los tiempos coloniales, aunque las calles que parten del centro de la población se han ido remodelando en los últimos veinte años, lo que ha proporcionado a la ciudad un aspecto limpio y moderno. En el centro urbano se encuentran muy pocas casas y tiendas antiguas, aunque resultan suficientes para imprimir carácter a la ciudad.

El Museo de Historia Natural, situado justo en el centro de la ciudad, está especializado en historia natural. Cuenta con una colección bastante ecléctica: huesos del extinguido cocodrilo de las Seychelles, cangrejos de los cocoteros gigantes, peces disecados, un lechón deforme en un tarro y numerosos animales de mirada vidriosa disecados. En otros expositores se encuentran los restos de un barco que, en 1570, se hundió en las islas del Almirante y una muestra de artefactos para practicar el gris gris o magia negra. Quienes estén interesados en la historia de los habitantes del país, pueden visitar el Museo de Historia Nacional o el Museo del Partido de Unidad Popular de las Seychelles, que conmemora la historia del partido.

Los Jardines Botánicos de Victoria resultan muy recomendables para dar cortos paseos a la sombra, entre una gran variedad de árboles autóctonos e importados. El recinto de los jardines dispone de una cafetería, un terrario para tortugas gigantes y un jardín de orquídeas.

En Victoria abundan las pensiones de precios económicos (teniendo en cuenta que los precios de las Seychelles son elevados), pero todas se localizan en los suburbios. La capital también es un buen lugar de la isla para comer por un precio relativamente ajustado y encontrar restaurantes románticos de categoría superior, poco frecuentes.

Playas de Mahé
Una de las mayores playas de las Seychelles y, seguramente, una de las más populares, es Beau Ballon. Cuenta con una arena consistente, limpia y casi sin rocas; unas olas que, algunas veces, poseen un tamaño considerable, y una fisura en el arrecife. En el océano, existen plataformas hacia las que es posible nadar y el complejo turístico local permite que los no residentes utilicen las hamacas playeras y el bar. El pueblo de Beau Vallon dispone de una gasolinera, un banco y varias tiendas de recuerdos. La playa está situada a unos 3 km de Victoria, y puede desplazarse hasta allí caminando o en autobús.

Las playas situadas al sureste de la isla son más hermosas y más tranquilas que las del norte y el agua más adecuada para la natación y el buceo se localiza frente a la diminuta île Souris, en el este. En la costa oeste, Anse Soleil y Anse Petite Police se ubican en un emplazamiento muy aislado (es preciso un todoterreno para llegar), pero el esfuerzo merece la pena: la zona cuenta con una playa bordeada por hileras de palmeras, rocas desde las que practicar el submarinismo o el buceo y algunas formas espléndidas de vida marina. Si le gusta admirar el paisaje, las olas en Anse Intendance poseen una fuerza extrema y resulta del todo imposible bañarse, aunque es fantástico contemplarlas durante meditabundos paseos por la playa. Existe un servicio de autobuses que funciona desde Victoria hasta la mayor parte de la isla.

Parque Nacional Marino de Ste. Anne
Seis islas están situadas dentro de los límites del parque, a unos pocos kilómetros de Victoria. Se trata de un lugar magnífico para la práctica del buceo. Moyenne tal vez sea la mejor isla para visitar, aunque sólo es posible acceder a ella en visitas turísticas organizadas. Es conocida por sus tesoros enterrados y sus fantasmas, y allí podrá admirar la Casa de los Perros, construida a principios de siglo por una inglesa excéntrica para que sirviera de hogar a los perros callejeros. Puede dar un agradable paseo alrededor de la isla por un camino marcado y admirar numerosas plantas y animales hermosos (entre los que se incluyen dos tortugas gigantes). Este lugar también cuenta con varias zonas excelentes para la práctica del buceo.

En su día, la isla Round fue una leprosería y, en la actualidad, lo que antes hacía las veces de capilla funciona como restaurante. Si es capaz de superar los escrúpulos iniciales, en este lugar encontrará la mejor comida criolla del país. La isla Round también cuenta con un camino para pasear a la sombra de los árboles y un interesante centro para visitantes del parque nacional.

Valle de Mai
En la isla de Praslin, el Valle de Mai posee la mayor concentración de palmeras productoras de coco de mer, con casi cuatro mil ejemplares. El bosque prehistórico de este valle forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Entre las palmeras de la zona, se encuentran especies de palmitos, plátanos, palmeras de abanico y otras variedades endémicas de las islas. La luz del sol, cuando se filtra a través de las hojas de palmera e incide en los tonos verde y naranja de las plantas, sumergirá al visitante en un ambiente poético. En el valle, también existen otras plantas interesantes, como la piña silvestre, los cafetales silvestres y los arbustos de pimienta de Jamaica. No deje de admirar el loro negro de las Seychelles, que únicamente habita en Praslin. Si tiene previsto visitar el lugar, no debe salir de los caminos señalizados, no deje ni se lleve nada: se trata de un bosque sumamente delicado.

Anse Lazio
La mejor playa de Praslin y, de hecho, una de las mejores del país, es Anse Lazio, en el extremo norte de la isla. Esta playa cuenta con una espléndida arena blanca y fina, algunas rocas graníticas redondeadas y unas aguas de un mágico color turquesa, con olas muy animadas. Dispone de una zona resguardada, magnífica para la práctica del buceo, al fondo de la playa e incluso un excelente restaurante al final de la carretera que lleva a la zona. Las playas más orientales de Lazio están protegidas por arrecifes, que confieren a las aguas la apariencia de un baño gigante: se trata de unas aguas poco profundas, cálidas y seguras, con algunas zonas óptimas para practicar el buceo. Los autobuses se desplazan desde Grand Anse por todas las playas de la isla.

Isla Cousin
La isla, situada a unos 2 km de la costa suroeste de Praslin, constituye una reserva natural desde 1968. Sirve de refugio a muchas especies en peligro de extinción y de lugar de cría para aves marinas y tortugas. Resulta una experiencia increíble adentrarse en un espeso bosque con pájaros que pueblan todas las ramas, aparentemente ajenos a los seres humanos. Entre las aves menos comunes destacan los carriceros tordales y las chovas piquirrojas y tal vez pueda divisar un ave tropical de cola blanca, el símbolo de las islas Reunión y Mauricio. En la isla, también viven dos tortugas muy viejas, George y Georgina, que siguen a los visitantes con la esperanza de que les acaricien el cuello. Sólo las visitas organizadas disponen de permiso para recorrer la isla.

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