miércoles, 20 de febrero de 2008

Viajar a Camboya

Templos antiguos, playas desérticas, poderosos ríos, bosques remotos... y, más allá de Angkor, escasos visitantes. Camboya ha resurgido de sus cenizas tras décadas de guerra y aislamiento, situación que lo convirtió en un país de atrocidades, refugiados, pobreza e inestabilidad política. Los mágicos templos de Angkor atraen de nuevo a los turistas, que los contemplan admirados, y el país figura de nuevo en los mapas como destino turístico del Sureste Asiático.

Camboya, estado sucesor del poderoso imperio jemer -que gobernó gran parte del territorio que en la actualidad ocupan Vietnam, Laos y Tailandia-, presume de una gran riqueza cultural, una bella capital colonial francesa, algo deteriorada, y un imponente paisaje natural. El país disfruta de una reciente pero relativamente estable paz, y poco a poco está atrayendo el turismo, que en la actualidad se decanta por la vecina Vietnam. No obstante, el panorama no resulta tan alentador como pudiera parecer, a causa de la existencia de minas terrestres y actos de bandolerismo que se suceden en las zonas más remotas. En la actualidad, las rutas más transitadas parecen ser las mejores para visitar.

La época más propicia para visitar Camboya se focaliza en diciembre y enero, cuando el grado de humedad es soportable, las temperaturas, más frescas y las precipitaciones, poco probables. A partir de febrero, los grados ascienden, hasta resultar insoportables en abril. Un buen momento para visitar Angkor, a pesar de la humedad ambiental, es la estación húmeda, de mayo a octubre, ya que los fosos se encuentran a rebosar y el follaje es exuberante. Sin embargo, debe evitarse viajar a las regiones del noroeste del país durante estos meses, porque los caminos se inundan y el viaje resulta muy duro. A principios de noviembre, se celebra el festival más importante del país, el Bon Om Tuk, imprescindible.

La época más propicia para visitar Camboya se focaliza en diciembre y enero, cuando el grado de humedad es soportable, las temperaturas, más frescas y las precipitaciones, poco probables. A partir de febrero, los grados ascienden, hasta resultar insoportables en abril. Un buen momento para visitar Angkor, a pesar de la humedad ambiental, es la estación húmeda, de mayo a octubre, ya que los fosos se encuentran a rebosar y el follaje es exuberante. Sin embargo, debe evitarse viajar a las regiones del noroeste del país durante estos meses, porque los caminos se inundan y el viaje resulta muy duro. A principios de noviembre, se celebra el festival más importante del país, el Bon Om Tuk, imprescindible.

Bangkok resulta el mejor punto de partida para aterrizar en Phnom Penh o Siem Reap. Desde Singapur, Kuala Lumpur, Hong Kong, Ciudad de Ho Chi Minh, Vientiane y Guangzhou, también operan vuelos hacia la capital. El aeropuerto principal de Camboya es Pochentong, a 7 km al oeste de Phnom Penh. El precio de un servicio de taxi al centro de la urbe se acerca a los 8 dólares, y las motocicletas cobran aproximadamente 1 dólar por persona. Las tasas de aeropuerto ascienden a los 20 dólares.

Las conexiones por tierra serán más eficientes cuando mejore el estado de la carretera que une Phnom Penh con la frontera tailandesa a la altura de Poipet; sin embargo, no existe un acuerdo en firme para ampliar estas mejoras a la endiablada vía que conduce a Siem Reap. Para trasladarse desde la provincia tailandesa de Trat hasta la ciudad costera de Krong Koh Kong, la opción se reduce a combinar barco y autobús. Los autobuses y taxis compartidos conducen al puesto fronterizo de entrada a Vietnam, en Moc Bai.

0 comentarios:

Design konnio.com