jueves, 21 de febrero de 2008

Viajar a Islandia

Islandia se está convirtiendo en uno de los destinos europeos favoritos. Su popularidad se debe, en gran parte, a sus accidentes naturales: glaciares, fuentes termales, géiseres, volcanes en actividad, altas cimas y extensos desiertos de lava. Además de la diversidad de su paisaje, posee una historia, literatura y tradición folclórica muy ricas. Su único inconveniente recae en sus precios: los más elevados de Europa. Aunque es factible viajar con poco dinero, los viajeros preocupados por su presupuesto deberán acampar en diversas ocasiones si pretenden conocer el país a fondo.

Anualmente, a partir del 31 de agosto, el turismo en Islandia inicia su decadencia hasta desaparecer. Cierran los hoteles, los albergues juveniles y los cámpings, y los autobuses dejan de funcionar. La mayoría de los enclaves más relevantes se encuentran prácticamente inaccesibles a partir del 15 de septiembre. A finales de septiembre parece que todo el país, excepto Reykiavik, haya comenzado a hibernar. Aunque es previsible que la situación cambie en los próximos años, es conveniente tenerlo en cuenta a la hora de planificar el viaje

Reykiavik
La capital de Islandia se aleja de la imagen propia de las urbes europeas. Reykiavik (bahía humeante), además de ser la capital más septentrional del mundo, es la más reciente, pues su establecimiento data de finales del siglo XIX. A pesar del significado de su nombre, ahora se la conoce como la ciudad sin humo, gracias a sus vientos incesantes y al uso de calefacción geotérmica. Reykiavik posee todos los atractivos de una metrópoli europea moderna, además de un relevante centro histórico, con edificios de madera encalados e hileras de casas de hormigón pintadas de vivos colores. Desde su casco urbano se puede acceder a pie a la mayoría de puntos de interés turístico.

La ciudad antigua, eje de la urbe, aparece como una zona rústica de verdes parques, lagos, mercados y museos. Todos aquellos interesados por la cultura nórdica e islandesa deberían acudir al Museo Nacional, donde se exponen antigüedades religiosas y folclóricas, así como artilugios del período del Asentamiento. La puerta de una iglesia supone su pieza más preciada; labrada alrededor de 1200, pone en escena una batalla nórdica. En el sótano se exhiben herramientas náuticas y utillaje agrícola, maquetas de antiguos barcos de pesca e ingeniosos aperos de labranza. Tras el museo se halla el instituto Árni Magnússon, cita ineludible para todos los aficionados a las sagas. Este edificio contiene una famosa colección de obras, entre las que destacan la Landnámabók y la Njáls Saga, devueltas por Dinamarca a la Islandia ya independiente.

La ciudad moderna de Reykiavik se expande hacia el Este desde la zona antigua, y cuenta con varias atracciones de renombre mundial tales como la Hallgrímskirkja, una espectacular iglesia cuyo diseño está inspirado en una montaña de lava. Aunque pueda parecer extravagante, resulta una de las edificaciones más notables de la metrópoli. Su construcción se inició a finales de los años cuarenta y finalizó en 1974. La iglesia debe su nombre al poeta más famoso de Islandia: Hallgrímur Pétursson. Se puede deambular por su interior austero y casi vacío, para luego ascender en ascensor a una torre de 75 m de altura, y disfrutar de unas espléndidas vistas de la urbe. En la hierba se erige una estatua de Leif Eriksson, identificado triunfalmente como el Hijo de Islandia, Descubridor de Vinland (lugar que se cree ubicado en Terranova o en la península del Labrador).

Otro enclave de aspecto aparentemente estrafalario es el espectáculo delvolcán. Este teatro ofrece una visión inapreciable del entorno volcánico en (o sobre) el que viven los islandeses. Aquí se podrá disfrutar en una película dramatizada de algunas de las mayores erupciones volcánicas que ha sufrido el país, incluso de un film prestigioso sobre el nacimiento del Surtsey, que expulsó la lava en el mar en 1963. También se puede visitar un jardín botánico muy agradable, un atractivo parque de atracciones y numerosos museos dedicados a la obra de los artistas más notables de la isla.

Resulta factible encontrar alojamiento económico, comida y compras baratas en la ciudad antigua o hacia el Este. Respecto al ocio, la capital cuenta con numerosos cines (las películas se proyectan en versión original con subtítulos en islandés), espectáculos culturales (teatro, ópera, música sinfónica y danza) y espectáculos luminosos (fantasías sobre las sagas, la Edad del Asentamiento y los vikingos). El Runtur prácticamente se ha instituido en Reykiavik; consiste en un recorrido por los bares más de moda de la urbe, las actuaciones de música en directo y las discotecas.

Gullfoss y Geysir
Los enclaves turísticos más visitados de Islandia se hallan en la región central meridional de Islandia, conocida por sus fenómenos naturales y monumentos históricos. Gullfoss es una catarata de dos pisos inmortalizada en numerosas imágenes y donde, en los escasos días soleados, se podrá ver un arco iris a través del gran chorro que forma. Esta catarata llegó a estar en venta internacionalmente para el aprovechamiento de su potencial hidroeléctrico, pero fue adquirida por el gobierno y declarada monumento nacional. Muy cerca de allí se encuentra Haukadalur, una de las grandes instituciones académicas del sur de Islandia.

Al oeste de Gullfoss se ubica Geysir, una zona que contiene las mejores muestras de fuentes termales activas de todo el país. El atractivo más notable, el Gran Geysir, entró en erupción en el siglo XIV y se apagó a principios del siglo XX, después de que millares de turistas intentaran calmarlo lanzándole rocas y desperdicios. Pero afortunadamente el cercano Strokkur se mantiene activo. Este manantial expulsa líquido, exactamente cada tres minutos, a una distancia de hasta 20 m. Los fotógrafos deberán apresurarse, puesto que las erupciones tan sólo duran unos segundos. Alrededor de este enclave aparecen múltiples manantiales térmicos de las más variadas tonalidades, agujeros humeantes, corrientes calientes, algas psicodélicas y depósitos de minerales.

Mývatn
Situada en el nordeste de Islandia, Mývatn está considerada una de las maravillas naturales del mundo. Aunque la mayoría de zonas más interesantes para visitar se centran en fenómenos topográficos volcánicos o geotérmicos, la principal atracción de la reserva se focaliza en un lago azul impresionante repleto de aves. Al estar ubicada en la ladera protegida de las lluvias de un casquete glacial enorme, la reserva disfruta de unas de las mejores condiciones climáticas de todo el país. Los viajeros pueden descansar y alargar su estancia, disfrutando de una acampada o de las excursiones al Parque Nacional Jökulsárgljúfur, a las cuevas de hielo de Kverkfjöll, a la caldera del Askja o al cráter del Hverfell.

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