miércoles, 20 de febrero de 2008

Viajar a Venezuela

Venezuela es un país de notable belleza y dramáticos contrastes: en el Oeste, las cumbres nevadas de los Andes; en el Sur, las hámedas selvas amazónicas; en el Este, la belleza de la Gran Sabana, con sus montañas de cimas planas y, a lo largo de toda la costa caribeña, de 2.813 km de extensión, 1.700 km de playas arenosas y coralinas flanqueadas por cocoteros. El lago más extenso de América del Sur, el Maracaibo, y el tercer río más largo, el Orinoco, también se encuentran en Venezuela, país que se enorgullece de contar con la cascada más alta del mundo, el Salto del Ángel. Además, es refugio de una amplia variedad de exótica fauna y flora, entre los que cabe mencionar el jaguar, el ocelote, el tapir, el armadillo, el oso hormiguero y la serpiente de mayor longitud, la anaconda.

En Venezuela, la temporada turística se prolonga el año entero y, teóricamente, cualquier época es buena para viajar. Aunque la estación seca puede ser mucho más propicia, algunos puntos de interés, especialmente el famoso Salto del Ángel, se muestran más impresionantes durante la estación lluviosa.

Es conveniente recordar los períodos vacacionales del país, ya que en Navidad, Carnaval y Semana Santa, los venezolanos se desplazan para visitar a la familia y los amigos. En estas épocas hay que planificar por adelantado; ya que encontrar alojamiento requiere mayor esfuerzo. Por otra parte, son épocas de mucho colorido y animación, con un gran número de celebraciones.

Caracas
Situada en un valle de la costa norte, la capital de Venezuela constituye una metrópoli de casi 5 millones de habitantes. Cosmopolita y bulliciosa hoy en día es una ciudad occidentalizada que apenas conserva restos de sus raíces coloniales. Pese a contar con los edificios de arquitectura contemporánea más deslumbrantes de toda América del Sur, Caracas también soporta enormes extensiones de ranchos (barriadas formadas por chozas de hojalata y cartón desparramadas por las colinas que rodean la capital, fruto de las migraciones incontroladas).

Entre sus puntos de interés destacan la plaza Bolívar, con la catedral del siglo XVII; la casa natal de Bolívar ; la Santa Capilla, una iglesia neogótica del siglo XIX construída a imitación de la Sainte Chapelle de París; el monumental palacio de Miraflores, antigua residencia del líder Joaquín Crespo; el panteón nacional, donde reposan numerosos venezolanos preeminentes; el barrio de Petares, de carácter colonial; y el animado parque Central, que transmite el espíritu moderno de la ciudad.

Los hoteles económicos se ubican en los suburbios menos salubres y no siempre seguros, en particular de noche. El mejor quizá sea el Sabana Grande. Se recomienda permanecer alerta, ya que los atracos y los pequeños robos han aumentado durante los últimos años.

La vida nocturna se concentra en los barrios de Las Mercedes, El Rosal, La Floresta y La Castellana. Merece la pena tomarse una cerveza en el pub Greenwich o escuchar jazz en el bar Juan Sebastián, uno de los escasos locales especializados en esta música de la ciudad.

Río Orinoco
Es el tercer río más largo de América del Sur. Desde su nacimiento, cerca de la frontera con Brasil, al sur del país, hasta su ancho y anegado delta, localizado en la costa nororiental, el Orinoco recorre unos 2.150 km. En las islas boscosas que conforman su desembocadura residen los warao: habitan en casas construidas sobre pilotes a la orilla del río, se desplazan en canoas y se ganan la vida con la pesca. Entre los recodos del bajo Orinoco se levanta Ciudad Bolívar (antes denominada Angostura), un enclave extremadamente caluroso y con una historia gloriosa, que aún conserva gran parte de su encanto colonial. En ella Simón Bolívar estableció su base durante la fase final de la guerra de independencia y, antes de que el país se liberara del yugo español, la ciudad se convirtió provisionalmente en la capital.

Los visitantes que acuden a Ciudad Bolívar suelen estar de paso hacia Canaima, un enclave emplazado junto al río Carrao, próximo a una cadena de siete magníficas cataratas. En uno de sus afluentes, está situado el Salto del Ángel, la cascada de mayor altitud del mundo, con una caída ininterrumpida de 807 m (17 veces la altura de las cataratas del Niágara). Si se continúa hacia el sureste, se accede al fascinante paisaje de la Gran Sabana, con sus tepuis (montañas de cimas planas) y simas (cavidades selváticas de hasta 350 m de diámetro circundadas por escarpados precipicios).

Los Andes
Las montañas de la Sierra Nevada de Mérida conforman la estribación septentrional de la cordillera de los Andes, en el extremo noroeste del país. Sus montes, salpicados de aldeas donde todavía se vive de forma tradicional, ofrecen recorridos deportivos que, con impresionantes vistas de las cimas nevadas, son capaces de hacer las delicias de los viajeros más exigentes. La entrañable ciudad de Mérida, construida al abrigo de las montañas, a tan sólo 12 km del pico Bolívar (el más alto del país), es uno de los destinos turísticos habituales de Venezuela.

Costa caribeña
Para las actividades al aire libre, como el buceo, el submarinismo, la pesca o la vela, o simplemente para holgazanear y tomar el sol, conviene dirigirse a la costa noreste, que cuenta con unas playas idílicas: vastas extensiones de arena blanca bañadas por aguas turquesas y flanqueadas por cocoteros. Isla Margarita, a 40 km del continente, es la favorita de los amantes de la playa y un destino turístico muy frecuentado por los venezolanos. El acceso es fácil, ya que circulan transbordadores entre la isla y Cumaná o Puerto La Cruz.

Coro
En la costa caribeña, en la base de la península de Paraguaná, se halla Coro, una urbe tranquila, de alto nivel cultural y que dispone de los mejores ejemplos de arquitectura colonial de Venezuela. Fundada en 1527, fue uno de los primeros asentamientos colombinos del continente, aunque la mayor parte de su interesante arquitectura data del siglo XVIII, época en que Coro floreció como base de contrabando con las islas de Curazao y Bonaire. El centro histórico de la ciudad fue declarado monumento nacional en la década de 1950 y diversos edificios han sido restaurados. De todas las calles de estilo colonial, la más bella es la adoquinada calle Zamora, con espectaculares mansiones antiguas. Otros puntos de interés son la catedral y el Museo de Arte de Coro.

Selva amazónica
La región del Amazonas, al sur del país, presenta una densa selva tropical surcada por numerosos ríos. En ella habitan diferentes tribus. Desde Puerto Ayacucho, una calurosa pero agradable localidad, se organizan recorridos que remontan los ríos Orinoco, Sipapo o Autana hasta el interior de la selva amazónica venezolana.

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