miércoles, 20 de febrero de 2008

Viajar a Nicaragua

No es el paisaje o los tesoros culturales lo que hacen famoso a Nicaragua, sino la revolución sandinista de 1979 y la posterior guerra de la "contra", en la que sólo la intervención orquestada por Estados Unidos detuvo el alzamiento del pueblo. En la actualidad los sandinistas no están en el poder, y la actual ideología económica, dictada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se caracteriza por una amplia privatización y una liberalización de la economía. Estos rápidos "ajustes estructurales" redujeron la inflación y proporcionaron dinero en metálico a la elite de los negocios del país pero muchas personas se quedaron en paro o en una situación difícil.

Al menos durante este período se han respetado los derechos humanos, y la lucha se limita ahora al campo de batalla político. Nicaragua es un destino fascinante para quienes huyen de los "monumentos", tienen conciencia histórica y disfrutan visitando países en su estado más puro.

Nicaragua presenta dos estaciones climáticas claramente diferenciadas que se producen en momentos diferentes, dependiendo de la costa. La época más agradable para visitar las regiones centrales o las del Pacífico es a principios de la estación seca, es decir, durante los meses de diciembre y enero, cuando las temperaturas son más frescas y la vegetación sigue siendo exuberante. En general, no hay una mala época para visitar el país, exceptuando posiblemente el último mes de la estación seca (normalmente de mediados de abril a mediados de mayo), cuando la tierra se agrieta y el aire se llena de polvo.

Los nicaragüenses pasan la Semana Santa en la playa, por lo que el alojamiento se agota con semanas o meses de antelación.

Managua
La capital de Nicaragua se extiende a lo largo de la costa sur del lago de Managua, y su población supera la cuarta parte de la totalidad del país. Ha sufrido desastres naturales, entre los que se cuentan dos terremotos acaecidos durante el siglo XX; el producido en 1972 destruyó el centro de la ciudad, aún sin reconstruir. Quienes regresen a Managua tras años de ausencia notarán algunos cambios sustanciales, debidos a que la mejora de la economía ha dado lugar a un auge de la construcción. No obstante, resulta bastante obvio que la recuperación de la economía no ha beneficiado a todo el mundo, porque la pobreza aún está muy extendida.

Algunos de sus lugares de interés están situados en los alrededores de la Plaza de la República; entre ellos destaca la catedral municipal, a orillas del lago, reacondicionada gracias a donativos extranjeros y abierta ahora al público. Cerca de la catedral se encuentra el Palacio Nacional, de reciente restauración, en cuya entrada pueden verse dos enormes pinturas de Augusto Sandino y Carlos Fonseca.

El museo Huellas de Acahualinca alberga las antiguas huellas de personas y animales que huían de una erupción volcánica hacia el lago de Nicaragua. El museo de la Revolución exhibe interesantes muestras históricas que se centran principalmente en la guerra revolucionaria de este siglo. Existen también varias lagunas, o lagos en cráteres volcánicos, que son populares lugares de baño.

El barrio Martha Quezada es un distrito residencial con numerosas pensiones económicas y lugares para comer, donde suelen congregarse los mochileros. Durante el fin de semana, la zona más activa se centra en la Plaza 19 de Julio.

Alrededores de Managua
El gran volcán situado en el centro del Parque Nacional Volcán Masaya, que todavía humea y arroja lava, está rodeado de volcanes más pequeños y fuentes de aguas termales. La leyenda asegura que los indios arrojaban mujeres jóvenes a la lava hirviendo para apaciguar a Chaciutique, la diosa del fuego. Los españoles creían que este volcán era la puerta al infierno y que estaba habitado por diablos. El acceso al parque se halla a tan sólo 23 km en dirección Sureste desde Managua.

La laguna de Xiloá, una caldera a 20 km al noroeste de la ciudad, es un lugar muy popular para bañarse. En el Trapiche, a 17 km al sureste de la ciudad, se ha canalizado el agua procedente de fuentes naturales y se han construido piscinas al aire libre, rodeadas de jardines y restaurantes.

León
León es, por antonomasia, una de las ciudades más liberales de Nicaragua, y sigue siendo el centro intelectual y radical del país. Por toda la ciudad se pueden admirar monumentos a la revolución, entre los que se encuentran atrevidos murales sandinistas, además de numerosos edificios acribillados a balazos. La ciudad, a pesar de estar marcada por los terremotos y la guerra, posee bellas iglesias coloniales y otros edificios oficiales. Sus calles están flanqueadas por antiguas casas de estilo español, con muros de adobe blancos, techos de tejas rojas, gruesas puertas de madera y patios con jardines. Su catedral es de las más grandes de América Central y contiene enormes frescos de las estaciones del Vía Crucis de Antonio Sarriá, además de la tumba del poeta Rubén Darío. La galería de héroes y mártires contiene una muestra de fotos de los que murieron en las filas del FSLN durante la revolución acaecida entre 1978 y 1979.

La Costa caribeña
A diferencia del resto del país, la costa caribeña nunca llegó a ser colonizada, sino que se mantuvo como protectorado británico hasta finales de la década de 1800. La única parte de esta selvática costa que es visitada por los turistas es Bluefields, aunque algunos también se aventuran a las islas del Maíz. El traslado desde Managua hasta Bluefields conlleva un viaje en barco de cinco horas por el río Escondido. La mezcla de grupos étnicos existente en Bluefields - indios (miskitos, ramas y sumos), negros y mestizos procedentes del resto del país - convierte la ciudad en un lugar de gran interés. A sus habitantes les gusta pasarlo bien, como demuestran los varios clubes de música reggae y los numerosos lugares para bailar durante el fin de semana.

Granada
Granada, conocida también como "la gran Sultana" en referencia a su homónima morisca en España, es la ciudad española más antigua de Nicaragua. Fue fundada en el año 1524 por los conquistadores españoles, y se levanta frente al imponente volcán Mombacho, en la costa noroeste del lago de Nicaragua. Desde siempre, la ciudad ha sido un importante centro comercial, gracias a su acceso al mar Caribe a través del lago y del río San Juan. Hoy en día es una localidad tranquila y un importante centro literario que aún conserva su carácter colonial. Esta metrópoli resulta ideal para pasear; entre sus lugares de interés destacan la catedral y el parque Colón, a unas cuantas manzanas de la plaza. El lago está a tan sólo quince minutos de distancia a pie. El principal día festivo es la Asunción de María, celebrado el 15 de agosto

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